A finales de junio lanzamos un seminario online dedicado al liderazgo humano en tiempos de incertidumbre, con el objetivo de compartir nuestra visión con partners y organizaciones que, tras la pandemia y el confinamiento, reconocen la necesidad de poner a las personas en el centro. Juntos buscamos respuestas para los desafíos que enfrentamos hoy.
De esa sesión hemos extraído las conclusiones fundamentales que hoy queremos compartir, justo antes del verano. Estas reflexiones conforman una hoja de ruta práctica para liderar con humanidad y eficacia en un contexto incierto. Durante estas semanas, hemos explorado la importancia de fortalecer el sentido de pertenencia mediante rituales organizativos y de equipo, y de cultivar un aprendizaje continuo, con el líder como ejemplo desde la humildad del “no saber”. Ahora incorporamos dos elementos clave más: foco y energía, canalizados a través de un plan de acción claro y una herramienta fundamental: el feedback.
Estos cuatro ingredientes —pertenencia, aprendizaje, foco y energía— forman una propuesta integral para impulsar a los equipos a superar con éxito los momentos de incertidumbre que vivimos.
Foco y Energía: El Feedback como Motor de Motivación
Reflexionar sobre el rol del líder hoy es imprescindible para mitigar los impactos profesionales y emocionales derivados de la crisis sanitaria. No existe una fórmula mágica, pero nuestra experiencia señala cuatro pilares esenciales para la gestión del talento en este nuevo contexto:
Fortalecer la pertenencia mediante rituales que conecten a las personas
Fomentar un aprendizaje continuo basado en el autoconocimiento individual y colectivo, con el líder como ejemplo genuino y vulnerable.
Definir un plan de acción claro para mantener el foco en objetivos concretos.
Generar energía y motivación mediante el uso estratégico del feedback.
Este enfoque genera equipos confiados, alineados con un propósito claro y profundamente motivados.
Pertenencia y Aprendizaje: La Base del Liderazgo Humano
El sentido de pertenencia se construye a través de rituales organizativos y espacios de conexión liderados conscientemente. Asimismo, el líder debe abrazar una actitud de “no saber”, reconociendo que este momento es nuevo para todos, pero confiando en sus habilidades y recursos internos. Desde esta postura humilde y enfocada en el propósito, el líder impulsa un ambiente de aprendizaje y adaptación continua, que se refleja en todo el equipo.
Conocerse a uno mismo para valorar lo que cada miembro puede aportar es el punto de partida para un liderazgo auténtico y humanista.
Plan de Acción: Mantener el Foco en la Incertidumbre
En tiempos de incertidumbre, definir un plan de acción puede parecer difícil, pero es esencial para que equipos y líderes puedan dejar atrás el miedo y avanzar con claridad. Un plan de acción efectivo requiere:
Un objetivo claro y compartido.
Una metodología flexible que permita la experimentación y el aprendizaje continuo.
Inspirándonos en metodologías ágiles y el enfoque de prueba-error del emprendimiento, proponemos adoptar un mindset de exploración y adaptación constante. Este modelo permite avanzar paso a paso, aprendiendo de cada experiencia y ajustando el rumbo sin perder impulso ni motivación.
Energía y Motivación: El Poder del Feedback
Una vez definido el plan, el equipo necesita energía para mantenerse conectado y comprometido. Aquí el feedback se convierte en la herramienta clave para:
Reforzar lo que funciona.
Detectar y corregir desviaciones.
Reconocer el progreso, por pequeño que sea.
El feedback es un espacio de escucha activa y diálogo bidireccional que fomenta la colaboración y mantiene alta la motivación. Diversas modalidades —microavances, reconocimiento, reuniones retrospectivas— son necesarias para recargar la “batería” emocional y profesional de los equipos, especialmente en momentos de desgaste.
La motivación crece cuando el reconocimiento es sincero y el aprendizaje se disfruta, ya que lo que se aprende con placer se integra y se recuerda para siempre.
Un Liderazgo Humano para Nuevos Tiempos
Para activar esta motivación, los líderes deben cultivar el reconocimiento y fomentar el disfrute tanto individual como colectivo, creando un círculo virtuoso de retroalimentación y energía positiva.
Con esta hoja de ruta —pertenencia, aprendizaje, foco y energía— invitamos a las organizaciones a construir un liderazgo humanista capaz de transformar la incertidumbre en una oportunidad para crecer juntos.
Nos despedimos hasta septiembre con el compromiso de acompañaros a definir y poner en marcha vuestra propia ruta de liderazgo humanista, con renovadas fuerzas y claridad.
Si te interesan Programas de Formación en Liderazgo contacta con nosotros. Estaremos encantados de escuchar tus necesidades.