Puede que leer el título de esta entrada te haya sorprendido. Está claro que septiembre no es un mes con muy buena prensa. Los artículos sobre la ‘depresión post-vacacional’ se han convertido en un clásico y casi han logrado convencernos de que es llegar septiembre y entrarnos a todos unas ganas locas de echarnos a llorar. Pero la verdad es que no es mi caso. A mi más bien me pasa al contrario. Claro que me gustan el verano y las vacaciones, pero cuando acaban me siento con la energía necesaria para emprender mil proyectos y hasta me apetece recuperar la rutina del año. Y eso me pone de muy buen humor.

 

Así que para romper con la norma pesimista he decidido hacer un listado con las razones por las que a mi sí me gusta septiembre:

 

–       Me gusta porque es cuando empiezan todo tipo de proyectos y disfruto emprendiendo cosas nuevas, ya sea apuntarme a un curso de danza oriental o a clases de italiano para principiantes.

–       Porque disfruto mucho al regresar a mi ciudad dónde los teatros y las salas de conciertos empiezan nuevas temporadas, la oferta cultural parece multiplicarse y aun hace bueno para disfrutar de ella.

–       Porque me siento descansada y con ganas para todo, ganas de ver a los amigos y contarnos los respectivos veranos,  de empezar a salir a correr por las tardes, de ordenar la ropa de otoño…

–       Porque durante el verano he tenido tiempo -¡por fín!- de pararme a pensar, de reflexionar y decidir que nuevos proyectos personales quiero emprender y he cogido fuerzas para ponerme a ello, volver a estudiar, buscar nuevos clientes… septiembre es el mes perfecto para apostar por nosotros.

–       Porque romper con la rutina de vez en cuando está muy bien, sí, pero volver a ella también nos hace bien. No se trata de que todos los días sean calcados, pero sí de tener algunos referentes que nos ayuden a organizar el tiempo y a estructurarnos.  Y hay rutinas que pueden resultar muy agradables: tomar el café en el bar de siempre, volver a ir a clases de yoga, las cañas con los amigos, las tardes de lectura en el sofá…

–       Porque después de haber estado fuera y de haber disfrutado de ello, me doy cuenta también de lo mucho que me gusta dormir en mi cama y estar rodeada de mis cosas.

–       Porque como cuando era pequeña e iba al colegio, tengo la impresión de que empieza un nuevo curso y siento ilusión y curiosidad por todo lo que está por llegar.

 

Y tú. ¿eres de los que les gusta septiembre o de los que no?

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