Escribir lo que nos pasa puede ayudarnos

Hay personas que empiezan a escribir un diario en la adolescencia y ya no dejan nunca el hábito de poner sobre un papel sus experiencias o sus pensamientos. Pero la mayoría, desisten al poco tiempo. Escribir todos los días no es fácil, a menudo acabamos contando banalidades –¡a nadie le pasan cosas excepcionales todos los días!- y poco a poco el tema va perdiendo interés. Sin embargo, diferentes estudios psicológicos demuestran que escribir lo que nos ocurre es una excelente manera de poner las ideas en claro, dar salida a nuestras emociones y entendernos mejor.

No se trata de escribir todos los días, ni tan siquiera todas las semanas, sino sencillamente de recurrir al papel en aquellos momentos en los que necesitemos aclarar nuestras ideas o cuando los acontecimientos nos sobrepasen o sencillamente cuando necesitemos desahogarnos. El papel se convierte así en una suerte de terapia que nos permite al mismo tiempo aliviar el peso de las preocupaciones y darnos pistas para entender como nos sentimos y por qué.

Pero para que nuestro ‘diario’ nos sea realmente útil hay que seguir algunas recomendaciones:

 

–       Escribe de la forma más espontánea posible. Aquí no importan ni el estilo ni la estructura, lo único que importa es ser lo más sincero posible respecto a la situación que nos preocupa.

–       No te releas al momento. Puedes volver a leer el texto al cabo de unos días para verlo desde una nueva perspectiva, pero si lo haces al momento probablemente te sirva de poca ayuda.

–       No te autocensures. Sólo tu vas a leerlo (mejor si no escribes en una libreta en cuya portada se lea ‘diario secreto’ porque probablemente despiertes la curiosidad de alguien) y es importante que seas sincero contigo mismo y con tus emociones.

–       Escribe la fecha. Te sorprenderá cuando vuelvas a leer lo que has escrito lo rápido que a menudo pasan los problemas o lo lejanos que parecen al cabo de poco tiempo. Es una excelente manera de aprender a relativizar.

–       Sé compasivo contigo mismo. No te juzgues. Ni a la hora de escribir ni de volver a leerte. Todos atravesamos momentos difíciles o complejos y nadie tiene todas las respuestas.

–       Escribe también lo bueno que te ocurre. Cuando nos pasan cosas bonitas también necesitamos contarlas. Asimismo, puede serte de ayuda escribir sobre tus aspiraciones o tus objetivos para aumentar tu motivación.

 

*Imagen de portada extraída de la película El diario de Bridget Jones

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