Está claro en que no hay nada de malo en querer hacer las cosas bien y cumplir con nuestras responsabilidades. Pero la persona perfeccionista lleva el listón más allá y no se conforma con hacerlo bien sino que quiere hacerlo impecable, sin darse cuenta de que es imposible hacerlo todo perfecto y que pretenderlo supone ponernos a nosotros mismos una presión asfixiante.
Según diferentes estudios de psicología, el exceso de perfeccionismo suele ir ligado a una necesidad de aprobación exterior, es decir, pensamos que si no lo hacemos todo ‘perfecto’ nos van a criticar o a juzgar. Es decir pensamos que nuestro valor como personas está ligados a nuestros logros y no a lo que somos. Una manera de pensar que hace que se tenga mucho miedo al fracaso y que muchas veces nos impide avanzar en la dirección que queremos o simplemente tomar iniciativas por miedo a equivocarnos.
Si te reconoces como una persona muy perfeccionista, estos consejos pueden ayudarte:
– Piensa en las personas a las que quieres. ¿De verdad les exiges que lo hagan todo perfecto para seguir apreciándolas? Entonces, ¿por qué crees que ellas esperan eso de ti? A menudo somos más estrictos con nosotros mismos de lo que los somos con los demás, intenta verte a ti mismo como a tu mejor amigo o amiga, alguien con quien eres tolerante y comprensivo.
– En el trabajo, aprende a decir no. Tu auto exigencia te lleva a menudo a aceptar más trabajo del que puedes sacar adelante sin estrés. Aprende a conocer tus límites y no tengas miedo a ser honesto y a decir cuando no puedes asumir más trabajo.
– Recuerda que equivocarse es una de las mejores maneras de aprender. Seguro que te caíste alguna vez cuando aprendías a ir en bicicleta o que alguna vez equivocaste los ingredientes de una receta y el resultado fue aun mejor. Nadie hace las cosas a la perfección a la primera y no tener miedo a equivocarse es fundamental para atreverse a aprender algo nuevo. ¡Y a veces incluso lo que aparentemente era un error acaba siendo una solución!
Para ver: En la película Mejor Imposible el personaje de Jack Nicholson (en la foto de portada) es un perfeccionista que ha desarrollado un trastorno obsesivo-compulsivo que le impide salir de su rutina. Será precisamente al comprender que las cosas no pueden seguir siempre una norma cuando su vida cobrará sentido.