Tú vales mucho

Hay personas que tienen la gran suerte de conocer desde muy pronto cual es su vocación. Más allá del ‘quiero ser futbolista’ o médico o arquitecta de cuando somos niños, se trata de tener la evidencia, a una edad muy temprana, de que hay algo que se nos da especialmente bien y que disfrutamos haciendo.

Pero a veces no somos capaces de reconocer cuales son nuestras habilidades -a menudo porque a nivel académico no se tienen en cuenta-, o las posibilidades profesionales que éstas nos pueden abrir.

La cuestión es que, lo sepamos o no, todos tenemos algún talento, algo que hacemos con facilidad y con lo que disfrutamos, ya sea conducir, escribir o hacer manualidades. Orientarnos profesionalmente a una actividad en la que potenciemos nuestras capacidades es una de las mejores decisiones que podemos tomar porque supondrá dedicarnos a diario a algo que nos gusta y con lo que disfrutamos. Pero, ¿cómo saber cuál es nuestro talento? Nosotros te damos algunas pistas para averiguarlo:

–       Empieza por preguntarte qué te gusta hacer. Tal vez te guste conocer a gente nueva, viajar, hacer punto, manualidades, organizar salidas con amigos o leer. Se trata de averiguar qué actividades disfrutas haciendo.

–       De entre ellas, piensa en cuáles se te dan especialmente bien y en las que te guste ser un participante activo y no solo un espectador. Por ejemplo, puede que te guste mucho la danza pero prefieras disfrutar de un espectáculo que ir a una clase de baile.

–       Procura conocer también cuales son las cualidades ligadas a tu forma de ser. Para ello puede serte muy útil el método Insights Discovery que te permite conocer cuáles son los grandes rasgos de tu carácter para que puedas fortalecer tus cualidades y mejorar tus puntos débiles. Así, descubrirás qué valor añadido puedes aportar a cualquier empresa o proyecto.

–       Piensa en cómo lo que te gusta hacer y tu carácter pueden traducirse en una profesión. Por ejemplo, si te gusta conocer gente nueva y eres sociable y persuasivo puede que algo relacionado con las ventas pueda interesarte, aunque también una actividad relacionada con el turismo o con la enseñanza puedan motivarte.

–       Plantéate también cómo sería tu empleo ideal: ¿Preferirías trabajar por cuenta propia o ajena? ¿Hacerlo desde casa o desde una oficina? ¿Montar una empresa o trabajar como freelance?

–       Pregunta a tus amigos y familiares, a aquellos que te conozcan mejor, qué profesiones creen que podrías hacer bien.  A menudo, una mirada externa nos permite ver posibilidades que a nosotros solos no se nos habrían ocurrido.

–       Y no olvides que el talento solo no basta. Sea lo que sea lo que se te da bien hacer, puedes mejorar estudiando y aprendiendo de aquellos que ya se dedican a ello.

Otros artículos interesantes

En Une Consultores pensamos que los departamentos de Learning & Development tienen un rol estratégico dentro de las organizaciones y esta influencia …

Recientemente, Gartner tituló con esta contundencia un fenómeno que lamentablemente nos encontramos en nuestro día a día en muchas organizaciones: “Managers Are …